miércoles, 28 de mayo de 2008

DETRAS DE SU MIRADA

La sombra en la pared alargaba la noche. Tenues luces lejanas dibujaban claroscuros difusos en el frente del edificio. Fugazmente se deslizó por una abertura lateral, donde no se veía puerta alguna. La calle quedó desierta. En el interior, se iban perdiendo, entre muros vidriados, haces intermitentes de luz que ascendían presurosos a través de las escaleras. Al llegar al piso diez, la penumbra fue aumentando paulatinamente, hasta convertirse en un estallido fulgurante que volvió día la calle principal.



Cuando la gente del pueblo salió para ver qué había sucedido, mezclado entre la multitud, un hombre de traje gris avanzaba quietamente. Una sonrisa torcida cruzaba su cara y en sus ojos un odio mortal brillaba embravecido.




Cristina Scarlato

No hay comentarios: